domingo, 5 de noviembre de 2017

LEONOR CAPÍTULO 1

LEONOR


CAPÍTULO I


Leonor García Ruiz era mi bisabuela materna. Nació el 22 de julio de 1907 en Vargas, un pueblo de la entonces provincia de Santander. A lo largo de su vida podemos hacer un recorrido por la historia de nuestro país durante el siglo XX.
En Vargas nació y vivió sus primeros años de vida en casa de su abuela materna, junto a sus padres y sus dos hermanos pequeños, Ángeles y Servando.
Sus primeros años de vida transcurrieron en las duras condiciones de un ambiente rural. Tenían ganado y cultivaban la tierra. Las condiciones de vida no eran las mejores para el desarrollo de la familia. La falta de medios obligaba a realizar todas las tareas sin la maquinaria actual. Eso, unido a la falta de los elementos más básicos- electricidad, agua corriente, etc.- hacía aún más duras las condiciones de vida.
La escolaridad de los más pequeños era muy deficiente en esa década del siglo XX. Los niños estaban obligados a trabajar en las labores del campo y ayudar en casa desde muy pequeños, lo que ahondaba en la falta de oportunidades y la incultura.
Por esto, un día la familia decidió dejar atrás lo poco que tenía y emigrar como otros muchos en esa época, en busca de oportunidades y un futuro mejor para sus hijos.
Cuando mi bisabuela Leonor tenía 7 años, la familia se vino a vivir al pueblo de Monte. Ahora es un barrio de la ciudad de Santander, pero entonces era un pueblo de las afueras- pues su padre empezó a trabajar en una empresa en Maliaño.
En el año 1918 su vida dio un brusco cambio. Acababa de nacer su hermana pequeña y su madre y el bebé enfermaron de gripe. Se contagiaron de la denominada “gripe española”.
La “gripe española” (también conocida como la gran pandemia de gripe, la epidemia de gripe de 1918 o la gran gripe) fue una pandemia de gripe de inusitada gravedad. A diferencia de otras epidemias de gripe que afectan básicamente a niños y ancianos, muchas de sus víctimas fueron jóvenes y adultos saludables, y animales, entre ellos perros y gatos. Es considerada la pandemia más devastadora de la historia humana, ya que en solo un año mató entre 20 y 40 millones de personas. Esta cifra de muertos incluye una alta mortalidad infantil y se considera uno de los ejemplos de crisis de mortalidad.
En Estados Unidos la enfermedad se observó por primera vez en Fort Riley, el 4 de marzo de 1918. Un investigador asegura que la enfermedad apareció en el Condado de Haskell, en abril de 1918. Y, en algún momento del verano de ese mismo año, este virus sufrió una mutación que lo transformó en un agente infeccioso letal; el primer caso confirmado de la mutación se dio el 22 de agosto de 1918 en Brest, el puerto francés por el que entraban la mitad de las tropas estadounidense aliadas en la Primera Guerra Mundial. Fue llamada gripe española porque la pandemia recibió una mayor atención de la prensa en España que en el resto de Europa, ya que España no se vio involucrada en la guerra y por tanto no censuró la información sobre la enfermedad.
Después de unos días en los cuales nadie tenía un tratamiento que fuera efectivo contra la enfermedad, pues no había suficientes conocimientos para combatirla, la recién nacida murió. Su madre falleció tres días más tarde.
Fin de las ilusiones. La familia estaba rota. Aunque el padre de Leonor había encontrado un empleo y había mejorado las condiciones de la familia, ahora se encontraba solo, con tres hijos pequeños a su cuidado.
Obligado por las circunstancias, tomó una decisión drástica. Sus dos hijos pequeños volvieron a Vargas con su abuela y Leonor se fue a vivir con su tía Ángela, hermana mayor de su madre, que vivía en Santander. El padre de Leonor siguió desarrollando su trabajo en la fábrica gracias a que el cuidado de sus tres hijos estaba cubierto por familiares. Con los años prosperó y formó una nueva familia, pero siempre mantuvo el contacto con sus hijos, fruto de su primer matrimonio.
La tía Ángela tenía una posición desahogada. Vivía en una casa con huerto y finca en la Calle del Monte de Santander. Su marido era médico y pertenecía a una ilustre familia de Santander que, harto de su acomodada vida, decidió unos años atrás retirarse a la finca de su familia en la calle del Monte, entonces a las afueras de Santander, para criar a sus hijas y dedicarse al cultivo de flores y frutas, pero manteniendo en la finca las tertulias políticas y sociales en contacto con intelectuales, lo cual le valió el sobrenombre del “Rousseau de la calle del Monte”, gracias a un artículo de prensa escrito por el poeta y periodista santanderino José del Río Sainz  conocido popularmente como PICK.
Todo esto pudo influir en la forma de ver la vida de Leonor. El resto de su infancia transcurrió ya sin sobresaltos y completó sus estudios básicos totalmente integrada en su nueva familia.



17 comentarios:

  1. Muy bonita. Aguardaré al siguiente capítulo.

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  2. Muy bien ambientada en la época. Espero que siga así.

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  4. Está muy bien escrito y me ha parecido muy entretenido.

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  5. Cuando me he querido dar cuenta ya me lo había acabado de leer ,bien relatado.

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  6. Esta muy bien la historia , pero si le añadieses más espacio entre los parrafos estaría más facil de leer que así , que esta todo un poco junto .
    Y creo que tu historia es muy entretenida , pero es un poco corta y podrías añadir más detalles , porque yo me he quedado con intriga en algunas partes de tu historia .

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  7. Muy bien escrita, me ha gustado mucho pero creo que podrías haber sacado más detalles de la muerte de su primera esposa y de la recién nacida y haber reducido un poco la historia de la gripe española.

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  8. Me ha 'enganchado' desde el primer momento, pero podrías hablar menos sobre la gripe española. Esta genial.

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  9. Me ha gustado mucho sobre todo la parte en la que separan a los hijos pero hay datos de la gripe como el nombre del científico o otros muchos que sobran

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  10. La historia se me ha hecho muy amena, aunque es muy corta. La explicación de la gripe española se me ha hecho demasiado extensa.
    Y como lo has ambientado, eso le da un gran apoyo a la historia

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  11. Esta contada perfectamente lo único que es un poco corta

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  12. esta muy bien relatada pero creo que deberias acortar la historia de la gripe

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  13. Hmmmm... muy interesante nwn aunque creo que en algunas partes alargas demasiado el contenido mientras que en otras lo acortas ¡procura mantener el balance!

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  14. Está muy bien relatada,en algunas partes deberías dar más detalles y en otras menos, como por ejemplo en la parte en la que cuentas la historia de la gripe.Buen trabajo

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  15. muy bien contada, una historia muy bonita. Me parece original porque es de las pocas en las que se dice directamente que era un familiar. Intenta acortar lo párrafos

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  16. es un poco corta, pero me ha encantado.

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